Jaime E. Peñaloza Durán: El Gluten enemigo gastronómico

Inicia la semana comprendida entre el domingo 28 de marzo y el sábado 3 de abril. Es el día 87 del año y faltan 278 para que finalice 2021.

Celebraciones: Hoy día internacional del Piano. Natalicio de Francisco de Miranda. Viernes 2 de abril día Internacional del Autismo.  

Reflexión: Este jueves 1 de abril cumplo un año de haberme iniciado con estos temas que se convirtieron para mí en un grato compartimiento de domingo a domingo con personas que han tenido la amable atención de leerme en su día de merecido descanso, a los cuales reitero mi agradecimiento.    

Pensamiento: No está realmente bien quien al saludo de ¿Cómo estás? responde ¡bien gracias!, sino el que sabe que internamente todo el sistema orgánico funciona bien porque así lo corroboran los resultados de los exámenes médicos y de laboratorio. Jaime E. Peñaloza Duran.

Entérate24.com- ¡No comas eso porque engorda! Decía mucha gente a lo que uno que otro glotón respondía, ¡estas equivocado eso no engorda, quien engorda es uno!

Los médicos generalmente no se oponen a la ingesta de alimentos variados, excepto aquellos contentivos de harinas, que consumidas de manera desordenada van a causar serios trastornos a la salud de sus pacientes, que además en muchos de los casos resultan ser descuidados comensales.

Uno de los centros de focalización de prevención alimenticia siempre ha estado orientado hacia aquellos alimentos contentivos de excesos de grasas y harinas. 

Con especial atención en alimentos relacionados con las pastas en cualquiera de sus presentaciones, las cuales provienen del trigo, cebada y el centeno, este último de mucho cuidado, dada la constitución proteica asociada al gluten, el cual resulta una verdadera amenaza para la salud.

Las características enfermizas derivadas por el consumo de los alimentos mencionados, atienden más a la categoría de enfermedades producto del  consumo de gluten, pero, realmente es posible que sean derivados también de un desorden autoinmune intestinal crónico con un fuerte componente genético, cuya sintomatología resulta de la ingesta de la proteína más importante del trigo, cebada y centeno, que es precisamente el gluten.

A pesar de que la enfermedad está relacionada con el gluten y que pareciera ser nueva, hace unos años fue vista como una moda que llegó a padecer un importante número de personas con edad promedio de 30 años y que resultaron diagnosticadas con la enfermedad celíaca. No obstante para la década de los años 80, el promedio de personas con dicha enfermedad se situó entre los 40 y 60 años, de acuerdo con  Dr. Schär Institute.

En la década de 1970 se descubrió que la celiaquía tiene una base genética, es decir, que sujetos genéticamente predispuestos pueden desarrollar intolerancia al gluten. Hoy se desconocen las causas de la celiaquía, aunque es posible que una de ellas sea una alteración autoinmune. 

Una dieta estricta sin gluten de por vida sigue siendo el único tratamiento eficaz para normalizar la mucosa intestinal y lograr la desaparición de los síntomas. 

Actualmente se investiga en nuevas terapias, pero estos estudios están en fase de desarrollo.

Mar Sevilla Martínez periodista egresada de la universidad complutense de Madrid, experta en temas de salud, quien desde 2020 ejerce como jefa de sección en Diario Médico y Correo Farmacéutico, se ha avocado al análisis de una serie de complejidades de la enfermedad celíaca entre las cuales se pueden señalar las siguientes:

Causas: La enfermedad celíaca es el resultado final de tres procesos que culminan en el daño de la mucosa intestinal: por un lado la predisposición genética, el sistema inmunológico del individuo y los factores medioambientales. “En este último caso se refiere al gluten, que se define como la fracción proteica que se encuentra exclusivamente en el trigo, cebada, centeno y avena.

Síntomas: La celiaquía puede tener síntomas muy diferentes. Sin embargo, los más comunes son la pérdida de apetito y, por tanto, de peso, fatiga, vómitos, diarrea, distensión abdominal, retraso del crecimiento, pérdida de masa muscular, anemia o alteraciones del estado de ánimo que pueden llevar a que en distintos momentos el celíaco está apático, irritable, triste o entre en períodos de introversión. La evolución de los síntomas está supeditada a un factor: la edad.

Durante la infancia los síntomas más comunes suelen ser: Pelo frágil. Vómitos. Hipotrofia muscular en muslos, nalgas y brazos. Diarreas. Anorexia. Distensión abdominal. Astenia. Irritabilidad. Introversión. Retraso en el crecimiento. Leucopenia.

En la adolescencia muchos de estos síntomas evolucionan. Los celíacos adolescentes pueden tener: Hepatitis. Cefaleas. Anemia ferropénica. Estreñimiento. Diarrea. Dermatitis atópica. Estomatitis aftosa. Retraso puberal Dolor abdominal. Artritis crónica juvenil. Menarquía tardía.

Por último, en la edad adulta se recuperan algunos de los síntomas que pueden aparecer en la infancia: Estreñimiento. Diarrea. Astenia. Irritabilidad. Inapetencia. Apatía. Depresión. Cáncer digestivo. Hipertransaninemia. Osteoporosis. Anemia ferropénica. Menopausia precoz. Aborto. Infertilidad. Pérdida de peso. Colon irritable.

Prevención: La prevención de la expresión clínica hoy por hoy pasa por la no exposición al gluten.

Tipos: La enfermedad celíaca tiene distintas formas de presentación clínica. Entre ellas se encuentran: Celíaca clásica, Celíaca pauci o monosintomática, Celíaca silente, Celíaca latente, Celíaca potencial y Celiaca refractaria.

Diagnóstico: El diagnóstico de la enfermedad celíaca es complicado ya que muchos de sus síntomas son comunes a otras enfermedades relacionadas con el aparato digestivo. 

El mismo se basa en la presencia de alguno o varios de los síntomas relacionados con la afectación intestinal o de cualquiera de los órganos o sistemas asociados, así como en la determinación de los marcadores serológicos, genéticos, los hallazgos en la biopsia intestinal y la respuesta a la dieta sin gluten.

Para todos los efectos y principalmente en  los temas relacionados con la salud, hay que estar atentos a las invitaciones a comer y sobretodo no caer en la tentación de consumir alimentos que contengan trigo, cebada, centeno y gluten, porque no hay que olvidar que “Bellum miles monuit non te occidit: si occidit, et non per neglegentiam” que en español se entiende como un buen consejo para militares y civiles, “Guerra avisada no mata soldado, y si lo mata es por descuidado”.

Curiosidades del Gluten:

¿Es una enfermedad contagiosa?

No. Es una enfermedad autoinmune, es decir, es el propio cuerpo el que reacciona ante la presencia del gluten, como en el caso de las alergias. Pero sí existe un componente genético.

¿Cómo se sabe si un alimento tiene gluten?

Por ley, los alimentos libres de gluten deben llevar en el etiquetado un símbolo identificativo. Si no lo llevan, significa que pueden contener gluten o que puede existir riesgo de contaminación cruzada.

¿Hay riesgo si utilizo los mismos utensilios para cortar un alimento con gluten y otro sin gluten?

Sí. Los utensilios para cocinar deben ser exclusivos para celíacos o haber pasado por una limpieza profunda.

Saludos, vuelvo en una semana

Jaime E. Peñaloza Durán.