Hace 196 fue la capitulación de Puerto Cabello

El 7 de noviembre de 1823, Páez al frente de sus lanceros rodeo el Castillo de Puerto Cabello donde se refugiaban los Realistas

Entérate24.com– El 10 de noviembre de 1823, se rinde el último enclave que los españoles poseían dentro del territorio venezolano. Con dicho acto formal, España reconoció el traspaso definitivo de esta plaza, duramente disputada y que había estado bajo control español desde que en 1812, el propio Simón Bolívar capitulara, en el contexto de la caída de la primera República.

La liberación del territorio venezolano se logró por fases. En la primera que se estableció de modo definitivo la República fue la isla de Margarita en 1815. El ciclo de liberación prosiguió con Guayana en 1817, cuando fueron expulsados de Guayana los españoles. Apure se libraría en jornadas entre 1816 y 1819. El control del Oriente oscilaría por esos años entre patriotas y realistas. Todo el centro del país sería liberado con la Batalla de Carabobo de 1821. El Zulia fue liberado con la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, en 1822. 

Una vez culminada la Batalla de Carabobo el 24 de julio de 1821, en la cual Venezuela obtiene su independencia, las tropas españolas huyen hacia Puerto Cabello dirigidas por el Mariscal de Campo Francisco Tomás Morales. Bolívar encomienda al General Páez que los desalojase. Páez ubica al Ejército Libertador (en ese momento contó con 500 hombres) en varias zonas estratégicas como el Vigía, Borburata, entre otras.

El 7 de noviembre de 1823, Páez al frente de sus lanceros rodeo el Castillo de Puerto Cabello donde se refugiaban los Realistas. Como en sus mejores tiempos en el llano, exploró todas las posibilidades para tomar la fortaleza, ejecutando sus operaciones con una gran habilidad.

Para su acometida final, y que culminaría con la entrega bajo capitulación de las fuerzas españolas, se dispuso un ajustado sitio sobre Puerto Cabello, impidiendo comunicaciones y la recepción de suministros. Igualmente ordenó amplios desplazamientos de contingentes patriotas frente a la fortaleza y el Fortín Solano, para hacer creer al enemigo, que el asalto sería de frente y por tierra.

Pero el asalto fue dirigido sorpresivamente por los manglares. Por entonces Puerto Cabello era una localidad pequeña y muy protegida, como puerto estratégico. Durante cuatro horas cruzaron el manglar con el agua hasta el pecho y caminando sobre terreno fangoso, sin ser vistos, gracias a la oscuridad de la noche.

Tras una hora de combate, al amanecer dos religiosos se acercaron para decir que el General Sebastián de la Calzada, refugiado en la Iglesia del Rosario quería rendirse personalmente ante Páez, que inmediatamente lo recibió. “Felicitándome por haber puesto sello a mis glorias (tales fueron sus palabras), con tan arriesgada operación y terminó entregándome su espada. Di las gracias y tomándole familiarmente del brazo fuimos juntos a tomar café, a la casa que él había ocupado durante el sitio”, relataría Páez en sus memorias. 

A las fuerzas realistas se les permitió su traslado a la Isla de Cuba. En total hubo 156 fallecidos, 56 heridos y 539 prisioneros en el bando español, en el patriota murieron 10 personas y 30 quedaron heridas.